Actualmente toda entidad, ya sea del sector público o privado, cuenta con ficheros o bases de datos, en papel o en soporte informático, con datos relativos a personas físicas (clientes o proveedores, trabajadores, usuarios, etc.) a los que debe aplicarse las normativas sobre protección de datos.
Estas normativas imponen una serie de obligaciones, jurídicas, organizativas o técnicas, que deben cumplirse en todo tratamiento de dichos datos, desde el momento de su recogida, manipulación, cesión o transmisión a terceros.
Las empresas deben adaptar su forma de trabajo y gestión a estas normativas, que obligan a implantar inexcusablemente medidas de seguridad para evitar la pérdida, alteración o acceso indebido a los datos y, generalmente, desconocen las precauciones y formalidades que deben tenerse en cuenta desde un punto de vista jurídico. El nuevo régimen sancionador en materia de protección de datos.